miércoles, julio 12, 2006

IFE: ESTIMULOS INDECENTES

La resolución adoptada ayer por los directivos del Instituto Federal Electoral (IFE) de ampliarse un "bono electoral" que ascenderá a 75 días de salario, sin ser contraria a la ley, constituye un acto contrario al más elemental pudor republicano y al espíritu de servicio público que habría cabido esperar de tales funcionarios.

El señalamiento anterior (válido también para los legisladores y los magistrados que se conceden a sí mismos remuneraciones insultantes en un país con casi 50 millones de pobres) valdría incluso si el Consejo General y la Junta General Ejecutiva del organismo electoral hubieran tenido un desempeño mínimamente satisfactorio en el proceso de renovación institucional que todavía no termina; es decir, es una inmoralidad que directivos que tienen establecidas remuneraciones de alrededor de 100 salarios mínimos, se otorguen sobresueldos sin más mérito que el de realizar el trabajo para el que fueron contratados. Pero al agravio se añade la burla si se toma en cuenta la torpeza, la irresponsabilidad y la incoherencia que han exhibido los funcionarios electorales desde meses antes de los comicios del 2 de julio, defectos que en esa fecha, y en días posteriores, han resultado catastróficos.

Hay que recordar la negativa del presidente del instituto, Luis Carlos Ugalde, de dar a conocer la encuesta de salida; la desacreditación, por ese mismo funcionario, del Programa de Resultados Preliminares (PREP); la turbiedad con la que se operó ese instrumento; la furtiva omisión de las actas con "inconsistencias", que no fueron contabilizadas sino hasta que el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos hizo notar el faltante de más de 2 millones y medio de votos; la rapidísima e increíble incorporación de tales sufragios al conteo total; la extralimitación del propio Ugalde, quien el jueves 6, tras el fin de unos cómputos distritales también marcados por la sospecha, prácticamente levantó la mano al aspirante oficialista. Y eso, por no referirse en detalle a las actitudes parciales, pusilánimes y sumisas ante el poder presidencial, económico y mediático, que caracterizaron a los integrantes del Consejo General del IFE a lo largo de las campañas electorales.

Además del tono deplorable en que los candidatos se condujeron en sus respectivas campañas, del indebido intervencionismo presidencial en el proceso y de la cargada de las corporaciones empresariales y mediáticas a favor de la candidatura de Acción Nacional, la ineptitud de la actual directiva del IFE (si es que fue ineptitud, y no algo peor) ha sido factor fundamental en la gestación de la actual circunstancia política, caracterizada por la polarización, la división, la incertidumbre, el desaliento ciudadano y el descrédito institucional. Es una desvergüenza, en suma, que los consejeros electorales decidan regalarse dineros adicionales a los sueldos elevadísimos que perciben, y a costillas del erario, cuando ni siquiera han sido capaces de desquitar con su trabajo los sueldos de base que les fueron asignados: en el caso de los consejeros, los más representativos y exasperantes, cada uno de ellos se embolsará 404 mil 867 pesos adicionales a sus salarios de 161 mil 947 pesos. El mérito: haber tenido una intervención decisiva en la gestación del pantano en que se encuentra el proceso electoral de este año. No es ilegal; es, simplemente, una colosal indecencia.





(Editorial de La Jornada del miércoles 12 de julio. Vale la pena leerlo y analizarlo como una muestra muy temprana de los privilegios imparables que se mantendrán durante los próximos seis años)

3 comentarios:

Sabucles dijo...

Increible, simplemente increible. Leí ayer esta noticia en la Jornada, y pensé lo que ya ha pasado otras veces por mi cabeza: sólo en México!!!

Quizás no tengo parámetros de otros países latinoamericanos, pero tengo la certeza de que en el mío, pasan esas cosas.

Increible además que con un ajuste de mínimos cuadrados (regresión lineal) se programa una elección presidencial de la cual dependen más de 100 millones de mexicanos...¿Verdaderamente el IFE y el actual gobierno creen que somos tan pendejos para no verlo? Es una indecencia, y particularmente una ofensa a los cientos de miles de profesionales que alguna vez hemos tratado con asuntos estadísticos.
Y un abuso, a los millones de mexicanos que viven en la ignorancia heredada de los 70 años de mal gobierno, por el abuso de los medios de comunicación, cayendo en la desinformación.
Es sin duda el momento de hacer ruido.
Un abrazo Vic.

Rizo dijo...

Es que es el año de Hidalgo carnal:
¡Chingue su madre el que deje algo!
¡Que desverguenza!

Anónimo dijo...

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