domingo, junio 03, 2012

Y seguimos siendo "Curados".

No los veíamos desde el 2008, cuando en la misma ciudad, el Chali y yo iniciaramos una bonita costumbre de juntarnos en Barça para vernos y al mismo tiempo compartir un concierto. A aquel le seguirían AC-DC y Aerosmith. En este 2012 volvemos a ver a los Cure. Sinceramente lo puedo seguir haciendo, aunque el cuerpo ya no da para tanto. El PrimaveraSound es un Festival alternativo, es difícil conocer a alguna banda de las que tocan ahí. El pasado viernes, era obvio, toda la banda iba en busca de los Cure.
Llegamos una hora antes, dimos un rol por el Forum (un sitio particular, ya que son explanadas a pie del mar en la que se colocan escenarios y puestos de venta de comida, chela y accesorios) buscando que comer. Después de un par de Hotchos y su respectiva San Miguel, nos ubicamos para esperar al concierto. Nos colocamos justo al centro, a unos 15 metros del escenario, desde donde ya se veía un bombo con la tipografía ochentera de The Cure.
Puntuales a la cita, los Cure salieron con tan solo un minuto de retraso. Como suele ser, primero Jason y Roger a ocupar teclado y bateria, seguidos por Simon y finalmente Robert, quien no aparenta ser la estrella, aunque la gente lo ovaciona nomás aparecer. Algo que ya también se hizo costumbre, abrieron con Plainsong, esa canción celestial con intro larguisimo que da la oportunidad de conectarse a la catarsis Curesca y pintarlo todo de azul, verde junto con humo a mansalva.
La preciosa guitarra negra de Robert venía acompañada de la leyenda "2012: citizens not subjects", la cual, indagando un poco, puede estar relacionada con la crisis que azota a la Unión Europea. Un detalle que el Chali apreció es el escudo del equipo de Soccer favorito de Simon sobre su ampli. Un dato curioso es que, apenas terminar la primera rola, un nuevo músico se unió a los otros. Se trataba de Reeves Gabrels, un guitarrista senior que normalmente toca con Bowie; este fue el fichaje de los Cure para la gira veraniega. El hombre desentona con el grupo, es notariamente mayor, pero su guitarra le dio un punch especial a muchas canciones.
Durante una hora, se desató un bombardeo de rolas legendarias, ya que después de Plainsong vino Pictures of you, HighEnd of the world, Lovesong, Push, In between days y Just like heaven, en esta última, el Chali le marcó al Vic para que recibiera el mensaje de lo que acontecía en Barcelona en tales instantes. 
Y entonces empezó lo alternativo, Robert comenzaría con su guitarra acústica y los acordes de From the edge at the deep green sea, seguida por el nuevo tema The hungry ghost, un par de canciones que la chica que estaba frente a mi, ya no conocía. Sin desánimo empezaron con Play for today, esa canción en la que la gente corea la parte del sintetizador, seguida por A forest, para no perder el hilo del maravilloso Seventeen Seconds (Chali y yo recordariamos el famoso "manaqueim" acompañado de risas naturales y nostalgia"). Al final de Un Bosque, Robert le cantaría el Happy Birthday a Simon, quien ese primero de julio cumplía 52 años, de los cuales más de 30 siendo el bajo de The Cure y sin duda el segundo al mando. 
Vendría entonces una combinación agridulce, que comienza con el viejo y alternativo tema Banana fishbones del Top después Lullaby y The walk, coreados y aplaudidos, seguidos por Mint Car, la introducción perfecta para el momento más eufórico del concierto: Friday I'm in Love, era viernes y un dulce viernes en el que miles de almas se entregaban al comercial tema emblemático del Wish, y unos de los más conocidos de The Cure en España.
Entonces empieza el homenaje a los 20 años de ese Wish ya que a Friday le seguiría Doing the Unstuck (mi canción favorita de The Cure, cuyo estribillo abre mi Tesis Doctoral y que le agradecí en el alma al Robert, ya que era la primera vez que la escuchaba en directo). Este homenaje termina con la nostálgica Trust seguida por la densa Want y Wrong Number, donde el guitarrista invitado se dio vuelo con los solos. Terminaría estas dos primeras horas con dos legendarias: One hundred years y Disintegration, sin duda después de Friday I'm in love, el concierto se tornó muy personal y sólo para auténticos fans. 
Es obvio que cantar Disintegration ya fatiga en demasía las cuerdas vocales de Smith, con lo que este sería el final del primer acto. El regreso fue aún más arduo para aquellos que iban solo por hits, ya que los Cure se marcaron tres rolas que nunca hubiera esperado oir: era el encore "Kiss me kiss me kiss me" que empezaron con The Kiss, seguida por If only tonight we could sleepFight, que no tocaban desde el 87, según Robert. Esto convirtió el concierto en un acto solemne, sólo para conocedores, a lo que el Chali concluyó: Los está torturado.
Volvieron a irse para regresar con otra joya del Top: Dressing up agradeciendo el aguante de la banda diciendóles que eran un público muy gentil. Suavizaron entonces la densidad con Lovecats, iniciando un juego de "hit" contra "desconocida" pues siguieron en pares con The bloodThe caterpillar, una versión sublime de un tema tan emotivo. El publico volvió a corear con La oruga que sería una perfecta introducción para el épico Close to me, con lo que el barrio se volvió a entregar a los Cure. Vendría entonces una rola más que desconocida, un B-side del 83, Just one kiss. Mucha gente estaba contrariada, pero... qué te puedes esperar de una banda que tiene más de 100 canciones grabadas???
A continuación vendría el cierre con Let's go to bed,  el nuevo tema Sleep when I'm dead cerrando con la psicodélica Why can't I be you.
Entoces se fueron y sólo volvieron para cerrar como se debe con el esperado Boys don't cry. La gente se entregó de nuevo y todos fueron felices.
Nostros hicimos lo propio, Chali quejándose de su molida espalda y yo de mis pies. Nos hacemos viejos, pero supongo que la próxima vez quizás sentaditos, seguiremos esta bonita tradición. Yo seguiré viendo a los Cure hasta que el Robert ya no pueda cantar el MANAQUEIM de A forest, espero siempre esté el Chali por ahí para hacerme segunda.

martes, mayo 15, 2012

Cerati: dos años de sueño profundo



Hoy, 15 de mayo, se cumplen dos años de que comenzó el profundo sueño-pesadilla de Gustavo Cerati. Figura central, protagónico del rock en español americano en las últimas tres décadas, el guitarrista y cantante argentino sigue en coma profundo, postrado en una cama, de alguna blanca habitación en la bonaerense Clínica ALCLA.

24 meses pueden parecer mucho, o poco, el tiempo siempre es relativo. Para los allegados al músico debe ser una eternidad y más si esta percepción se acompaña de la incertidumbre, pues nadie sabe cuando despertará Cerati, o si algún día lo hará. Las opiniones de su círculo más cercano se han expresado desde los extremos; por un lado su madre, Lilian Clark, representa el sentimiento positivo, de fe en que Gustavo volverá y se recuperará. Y por el otro Charly Alberti, amigo cercano, cómplice durante la larga carrera de Soda Stereo, que opina que deben dejar ir al músico, desconectarlo de las máquinas que lo mantienen vivo ante los pronósticos médicos sombríos que aseguran que el paciente tiene pocas posibilidades reales de salvar la vida.

Y, ¿qué decir de Cerati que no se haya dicho ya? Puso música, puso canciones en el soundtrack vitae de miles y miles de personas, sin exagerar. Desde la brillante Soda Stereo y durante y después de Soda con una genial faceta de solista, que explotó desde el aclamado Amor Amarillo hasta el Fuerza Natural, un álbum que, ironías crueles de la vida, es el que refleja al Cerati más positivo y luminoso que hayamos escuchado. Para muestra, algunas frases devastadoramente optimistas que se encuentran en esta placa: “Puedo equivocarme / Tengo todo por delante / Nunca me sentí tan bien” canta en Fuerza Natural; y en Tracción a Sangre: “Siento, que pasan los días / Y sigo adelante, tracción a sangre”. ¿Alguna más? Sí, Magia es otra oda contra el pesimismo: “No trates de persuadirme, voy a seguir en esto / Sé, nunca falla, hoy el viento sopla a mi favor / Todo me sirve, nada se pierde, yo lo transformo / Sé, nunca falla, el universo está a mi favor / Y es tan mágico…”.

Seis meses antes de que Gustavo Cerati sufriera el devastador ataque cerebrovascular en Caracas, a mediados de mayo de 2010, tuve oportunidad de asistir a los dos conciertos que ofreció en el Auditorio Nacional, si no me equivoco, en noviembre de 2009. En las dos fechas mostró que se encontraba en un momento cumbre de su carrera. Con 50 años cumplidos, sin nada que probar a nadie, consagrado, Cerati obsequiaba su mejor versión, la de un músico maduro, en plenitud artística y, aparentemente, física, pues por desgracia poco después se reflejó lo contrario.

Lo de Gustavo (sí, uno lo siente cercano para llamarlo simplemente así, “Gustavo”) es una desgracia para el rock y, en general, para la música que se identifica con el español, por una razón: todavía tenía mucho que dar. En una época donde las propuestas musicales de esta parte del mundo se confunden y disfrazan, se reciclan sin superarse, se extraña muchísimo la figura de un hombre que luchó siempre por reinventarse y mutar, desde las placas firmadas junto a Alberti y Zeta Bosio hasta sus años en solitario. Y es que cada disco de Soda Stereo se desmarcaba del anterior, así como había grandes diferencias entre sus discos solistas. Aquí se vale adjetivar: el Ahí vamos es rockerísimo; Siempre es hoy más introspectivo, visceral y electro; su etapa con el proyecto Ocio es lo más experimental, así como Bocanada es su álbum más brillante, el mejor logrado y el más ecléctico. Con Soda, marcó los años 80 con joyas que igual te hacían bailar como el disco debut homónimo de 1984 y una década después con dos discos adelantados a su tiempo, Dynamo y Sueño Stereo. Y que decir de su Unplugged, un show eléctrico, con un guitarrista magnífico, demoledor, que ejecutó quizá la mejor presentación de una banda iberoamericana en la saga de desenchufados para MTV.

Al pensar en Cerati como seguidor de su música se siente nostalgia, un sentimiento de perdida. No es que uno se lamente permanentemente por su condición de enfermo grave, como si se tratara de un familiar o un amigo, pero sí es notable acordarse de él tan seguido y tener tan presente su ausencia (y más en un día como hoy). Como fan, el deseo egoísta es que Gustavo despierte en algún momento, se recupere favorablemente y, sobre todo, siga creando música. Pero todo indica que, aún en el mejor de los escenarios, no volverá a ser el mismo. ¿Por qué? Porque su cerebro sufrió daños permanentes e irreversibles que comprometerán sus capacidades intelectuales, por no hablar de las funciones motrices y otras que lo convertirán en dependiente de por vida. Así, no esperemos otro disco, ni verlo empuñando una de sus fabulosas guitarras o en conferencias de prensa o entrevistas donde exponía, lúcido y con autoridad, sus ideas, sus conceptos, sus sueños… sus genialidades.

Queda la pregunta abierta para quien quiera responderla: ¿que sería mejor para Gustavo, mantener la fe como lo hace su madre Lilian o despedirlo como propone Charly Alberti? No es un cuestionamiento vacuo. Yo ahora mismo no sabría que responder; prefiero, mejor, como en Puente, “cruzar los dedos”. Y decirle gracias por la música, “Gracias por venir”.



jueves, septiembre 22, 2011

Caifanes en el Plaza Condesa

Por fin se llevó a cabo la primera presentación de Caifanes en el D.F. luego de su regreso a los escenarios en la pasada edición del Festival Vive Latino.
El concierto estaba previsto para realizarse en el nuevo foro de Ocesa "El Plaza Condesa" con capacidad para 1600 personas aproximadamente y ubicado en una da las esquinas más transitadas de la multicitada y emblemática colonia: Juan Escutia, Tamaulipas y Nuevo León. Mucha gente consideró este concierto como la inauguración oficial del nuevo foro ya que, aunque el primer concierto en este lugar se realizó el pasado miércoles 7 de septiembre y a cargo de los gringos "Best Coast", por ahí leí que mucha gente la consideró como el conejillo de indias para cuestiones de audio e iluminación.

Fui afortunado asistente a dicho evento gracias a la venia de mi primo Ramón, quién me invitó y desde que llegas se respira un ambiente de glamour. El Plaza no es más que el antiguo cine plaza renovado y adecuado acústicamente para eventos artísticos y musicales. La decoración a los lados y hasta el techo que está a unos 10 metros aproximadamente semeja un panal gigante, el cual funge como parte del tratamiento acústico del lugar. No sé si el equipo de audio (Public Adress) y la iluminación sean fijos o cambian con el tipo de concierto o evento; pero en el de Caifanes resultó de lo mejor. Excelente audio; excelente iluminación.

El show empezó aproximadamente a las 21:30 Hrs. cuando Diego Herrera subió al escenario y tañió su teclado en pos de una nota, (probablemente un Mi mayor) La misma con la que empieza "Mátenme porque me muero" y que fue con la que empezaron en el Vive Latino; sin embargo esta vez sonaron las notas de la guitarra de Marcovich al mismo tiempo en que todos los demás Caifanes iban tomando sus lugares para arrancar con Viento. Para mí fue la primer sorpresa de la noche ya que temía un concierto espejo del Vive Latino y afortunadamente mi temor derivó en falacia.

Un ingenierio de audio muy eficaz logró mantener los egos, motivo de disputas y rompimientos en su lugar, ya que la guitarra sonaba en primerísimo plano en los momentos de solos y la voz en primer plano en las partes cantadas, coexistiendo armoniosamente cuando convergen estos junto con el bajo del maestro Sabo, la batería del siempre joven Alfonso y las teclas y saxos del entusiasta Diego.

La noche del martes 20 de septiembre del 2011 hubo pasarela de la escena Rock star mexicana, se encontraban entre el respetable Poncho Toledo (Los Concorde), Lino Nava (La Lupita), Paco Huidobro (Fobia) Meme (Café Tacuba) Guili Damage (Los Esquizitos)así como gente del medio y de la industria musical: Por ahí ví que andaba Juan de Dios Balbi de Entertainmex, quién se hizo famoso con el documental de Café Tacuba "Seguir siendo" como el manager, también al buen Chava Rock, a quién pude saludar cuando fui a abastecerme de Cervezco.

Los Caifanes prosiguieron con "Negro Cósmico" y al terminar Saúl se dirigió a los asistentes saludando y agradeciendo a las nuevas generaciones. Después dijo: y "Para que no digas que no pienso en tí", se arrancaron con esa rola. Después se refirió a la situación del país diciendo que hay que tener coraje; pero nunca "Miedo". Luego siguieron: "Nunca me voy a transformar en tí", "La vida no es eterna", "Te estoy mirando" (Esta me encantó).

El momento curioso de la noche se dió cuando al iniciar la canción de "Aquí no es así" empezaron mal y Marcovich no hizo o no sonó su guitarra en el riff del inicio y empezaron chuecos, Saul como que entró a la voz; pero no entró y se notaba mucho nerviosismo entre los Caifas. Saúl optó por detener la rola y se disculpó explicando que eso era lo chido de tocar en vivo. Yo si me dí cuenta que Marcovich lo volteó a ver con cara de ¡No mames!; sin embargo creo que estuvo bien que la pararan porque empezó guanga y sin fuerza y cuando la empezaron de nuevo sí sonó como debe ser.

Siguieron con "Cuentame tu vida", "Antes de que nos olviden", "Ayer me dijo un ave", para esta canción Saúl tomó el Bajo, Sabo los teclados y Alfonso y Diego unas congas que colocaron especialmente para esta pieza. Luego: "Sombras en tiempos perdidos", "Mátenme porque me muero", "Los dioses ocultos"; luego vino mi momento favorito del show con las siguientes 4 canciones: "Estás dormida", "Amanece", "El comunicador", "Perdí mi ojo de venado" y cierran con "Nos vamos juntos"

Hicieron una breve pausa y reaunudaron el show con "La negra Tomasa", "Nubes" y "La célula que explota", para el final de esta rolita parafrasearon en la guitarra la cancion de 10:15 de The Cure.

Para el segundo encore y el final del concierto tocaron: "Afuera" y "No dejes que".

Un excelente concierto, la voz de Saúl ya se escuchó más trabajada, se ve que le costó mucho trabajo alcanzar muchos de los tonos; pero se agradece el esfuerzo para interpretar canciones con mayor grado de dificultad vocal. Se notan más amarrados a la hora de tocar juntos y escogieron un set diametralmente opuesto al escuchado en el Vive Latino: mucho más íntimo y selecto. En lo personal iba con la expectativa de escuchar lo mismo y a los Caifanes haciendo varo a partir de su reunión; pero me cambiaron dicha expectativa con un concierto lleno de emotividad, energía, buena música y excelentes canciones.

Lo único malo del Plaza, es que hay pocos baños y tal vez el precio. El boleto estaba a $1200 del águila. Sin embargo vienen muy buenos conciertos en ese lugar y es recomendable que se den una vuelta para que lo conozcan ustedes mismos. Ahí estarán los Stone Temple Pilots, Javier Corcobado, Morrisey y muchos otros conciertos y gigs.

lunes, agosto 15, 2011

De comida...

Hola queridos bloggeritos.

Llevo bastantes meses sin escribir un post, ya que la vida se complica más conforme pasa el tiempo. Hoy que estoy de vacaciones, me pongo por fin un ratito para escribir de comida.



Qué por qué de comida? Pues simplemente porque es algo que siempre está ahí y que se le da poca importancia, hasta que deja de estar. Hace más de 6 años que salí de México, cargando una mochila de boy scout, una maleta y una guitarra eléctrica. Dentro de alguna de estas bolsas llevaba chiles en lata y una salsa valentina. Como dato interesante les comento que en España el picante prácticamente no existe, tampoco las tortillerías, en pocas palabras, se cocina de manera distinta. Yo siempre he sido partidario de comer lo que hay en el lugar, es decir, apoyo la adaptación. Soy gran admirador de la comida española, ahora también de la Italiana, pero nunca dejaré de ser un fanático de la comida mexicana.

Cuando pasas 6 meses sin comerte un plato de pozole, un consomé de barbacoa, un tamal o unos tacos al pastor, de verdad sientes que algo le falta a tu vida. Sin embargo, quizás lo más complicado es comer sin picante. No nos damos cuenta de que somos picantedependientes hasta que nos vemos sin un chile (sin albur) a la mano. Aún recuerdo como durante años llevé mi botellita de salsa valentina a la Universidad de Huelva. Al final cambié el entorno, porque en el comedor decidieron poner una salsa picante (no era gran cosa, una salsa de Cádiz, pero cumplía noblemente su función). Aún ahora, las señoras del comedor me recuerdan como "el del bote de picante".


Visto el problema, cada viaje a México, cada visita de alguien a España, significaba importar "provisiones". Dulces de tamarindo, chiles de varios tipos, botellas de valentina y latas de chiles. Una cosa fundamental: las tortillas. No estoy seguro, pero es posible que México sea el único país en el que la tortilla es parte primaria de la comida diaria (evidentemente, en gran parte de la Unión Americana, la tortilla existe también). Pues en Europa, la tortilla es un producto exótico, difícil de conseguir. En España se pueden conseguir unas tortillas bastante malas, pero que al menos te dejan recordar someramente el sabor de un taco.


Tal problemática me ha llevado a racionar las provisiones y a aprender a como preparar un auténtico platillo mexicano con lo que se puede conseguir por aquí. Por fortuna, cosas como el mole pueden durar mucho tiempo en el refrigerador sin echarse a perder. Las tortillas no duran tanto, así que tuve que aprender a hacerlas.


Ya en España preparaba sopes, gordas y quezadillas. No es tan complicado. Pero una tortilla es cosa aparte, la masa requiere tener la densidad adecuada para evitar que se rompan al hacer la tortilla. La parte medular es el paso de la tortilla del plástico al comal, para eso he requerido años de entrenamiento y muchos intentos fallidos. Al final es cosa de agarrarle el truco. Un punto importante es preparar la masa con agua caliente. No sé cuantos de los que leen este post han preparado desde cero una tortilla de maíz, lo que puedo decir de acuerdo a mi experiencia, es que no es una tarea sencilla.



En España se conseguían tortillas, en Italia no. Por fortuna, en Sicilia si se consigue picante. El Vic es testigo. Esto se debe a que en Calabria (justo la punta de la bota), se acostumbra a comer picante, y se cultivan distintos tipos de chile (peperoncino, en italiano). Eso es una gran ventaja, sobretodo cuando se come en la calle. Aquí nadie te verá mal si añades picante a tu comida (cosa que cotidianamente sucedía en España).


Y así con los años, he aprendido a preparar cosas cotidianas de México, que aquí resultarían muy exóticas. La madre Chalico, cada año me compra mole rojo e incluso verde. Yo lo traigo a Europa y aquí lo preparo. Un arroz rojo es simple de hacer, ya que todos los ingredientes existen aquí. El blanco no tanto, porque requiere epazote (inexistente tanto en Italia como en España). Sin embargo, unas enchiladas de mole rojo pueden prepararse sin problemas. Para sustituir la crema, uso un queso que diluyo en yogurt natural (puede hacerse con leche, pero queda mejor lograda con el yogurt). Y el queso rayado (que nunca pude reproducir con los quesos españoles), es prácticamente identico al ricota salado (un queso típico italiano). En España siempre conseguí tortillas, aquí tuve que empezar a hacerlas. La harina también tiene que importarse, aunque se puede sustituir con otra harina de maíz ecuatoriana que normalmente se encuentra en tiendas de comida internacional (curiosamente esas tiendas suelen tener pocos productos auténticos de México).

Finalmente, a base de improvisación y con el empeño de querer comer algo que te recuerde al hogar, he conseguido reproducir platos típicos como las enchiladas de mole rojo, el cerdo en mole verde, los sopes de pollo, los tacos dorados, el alambre y cualquier tipo de quezadilla, además de preparar tortillas tanto de maíz como de trigo. Quizás es poco, pero créanme que cada cosa requiere de un gran esfuerzo, y más aún, de planeación. Casi siempre, prefiero esperar a tener todos los ingredientes para preparar uno de estos platos. Los frijoles por ejemplo, tienen que hacerse de cero, incluso la machacada. Sin duda la comida mexicana requiere de detalles muy específicos.



Algunas veces he dejado a mis amigos europeos boquiabiertos con la exoticidad de los platillos. El mole por ejemplo, es algo que siempre sorprende. Y en México lo tenemos siempre a la mano. Muchos de ellos jamás habían probado algo similar.



Al final termino lleno de satisfacción porque cada mordida que le doy a algo que preparo me recuerda a mi pueblo, a mis amigos, a mi familia y, en general, muchos momentos felices de años atrás.



Les dejo unas fotitos para que chequen mi producción culinaria.


Un abrazo a todos, sean felices.

Tortilla bien lograda con harina de maíz ecuatoriana "doña arepa".


Sopes de Pollo.

Enchiladas de mole rojo.

viernes, julio 15, 2011

Sobre las Biclas

Desde niño me han gustado las bicicletas. Ese vehículo tan antaño y noble que, según me platicaba mi abuelo (un gran ciclista urbano, por cierto) llegó a México por vía de los ingleses afincados en las regiones mineras.

De unos meses para acá me he aficionado a un uso más habitual de la baica y me trepo cada vez que puedo, sobre todo para viajes cortos, como ir a la depor a correr, al mercado, al banco y así. Pero en realidad de lo que quiero hablarles es mi descubrimiento personal de Bicitekas AC.

Sin mucho rollo, este grupo de bicicleteros organiza un paseo todos los miércoles. La cita es en el Ángel de la Independencia, a las 9pm. En ese momento y no antes los organizadores más veteranos deciden el destino y la rodada comienza antes de las 10. En promedio se juntan unas 150 personas con bicis de todos sabores y colores. La mayoría somos hombres, pero sí van chavas y afortunadamente cada vez son más.

De los destinos que me han tocado, puedo mencionar CU, el lago de Chapultepec, Las Águilas, Torres de Satélite y Xochimilco, pasando por un montón de lugares de la gran ciudad.

Vale decir que el ambiente es alivianado, festivo y solidario. Si hay un 'ponchado', caído o si alguien sufre cualquier desperfecto el grupo se detiene hasta que se soluciona el problema. Entre los ciclistas siempre va algún mecánico con herramientas y a veces hasta un paramédico.

En general los automovilistas respetan al grupo, cediendo el paso y esperando a que avance el pelotón. Durante el recorrido se pueden hacer paradas estratégicas y cuando se llega al destino trazado se procura que haya cerca un Oxxo para comprar agua, cerveza (sólo hay que estar trucha con la patrulla) o algún refrigerio. También hay banda que en la ruta va echandose un porrito (o dos, o tres) y todos felices.

De los requisitos, bueno, no hay. Cualquiera es bienvenido, aunque sí se recomienda usar casco y equipar la birula al menos con una luz intermitente. Para el regreso, el grupo parte rumbo al Ángel pero pocos llegan, pues es común desviarse para llegar más rápido a casa.

Por fortuna en estos casi 10 recorridos que llevo en mi historial no he sufrido caídas ni nada grave. Y sí he disfrutado mucho recorrer la ciudad de esta forma. Es una visión diferente, que te permite conocer lugares y caminos que no hubieras imaginado y que están ahí, en la megaurbe.

Ojalá este postito sirva para sumar adeptos. Yo salgo cada miércoles de mi hogar (ya saben, metro Jamaica, cerca del Home Depot de Taller) por si gustan. La hora de regreso a casa es aproximadamente a las 2am, minutos más, minutos menos.

Se me estaba pasando: Bicitekas tiene un sitio en internet y también está en FB. Si les interesa echenle ojito.

Vale amigos. Cuídense. Saludos a todos. Y como rubrica el Sabucles, sean felices.

jueves, marzo 03, 2011

Afición Cervecera

Hace algunos pocos años alguien me contó que había gente que hacía cerveza en casa. Que en algún sitio de internet te vendían unos polvos que se mezclaban con agua y después de unas semanas tenías cerveza casera. En aquel momento me pareció interesante pero no terminaba por entender cómo se hacía. Dada la escasa información del que me habló del tema y de mi total ignorancia sobre la elaboración de la cerveza, aquello me quedó como una simple curiosidad. Pensé que algún día me tomaría un momento para investigar más sobre el tema y sobre esos polvitos mágicos que se le echaban al agua. Sería interesante un día hacer unos litros de cervecita casera para los cuates. Por el momento me limitaría a beberla.

El verano pasado me volví a acordar del tema, y como tenía unos largos meses con mucho tiempo libre pensé que sería bueno aprovecharlos y divertirme haciendo mi cerveza. Me compré un librito que se llamaba "Cómo hacer cerveza en casa", con muy escasa información, pero descubrí que aquellos polvos eran más bien un kit para hacer cerveza con todos los ingredientes necesarios en forma de extracto. En estos kits te venden todo procesado hasta el último punto donde tienes que mezclarlos con agua y ponerlos a fermentar, la forma más fácil y rápida de hacer cerveza. Pero también descubrí que hay diferentes formas de fabricarla a partir de los ingredientes sin procesar. Esta manera me resultó más interesante y divertida, así que me puse a investigar en mil páginas de internet y fui aprendiendo poco a poco sobre el tema.

En ese entonces estaba en México y daba la casualidad de que en el WTC hacían una Expo Cerveza y me acerqué creyendo que habría talleres sobre elaboración, pero más bien era para presentar al mundo de la restauración las diferentes microcervecerías mexicanas y algunas charlas sobre marketing y manejo de empresas. Ahí conocí a un tipo que vendía por internet material para la elaboración, así que me compré mis primeros juguetitos y me puse manos a la obra.

Algunos intrumentos imprescindibles para elaborar cerveza casera

Sinceramente la primera cerveza me salió bastante imbebible, por no decir asquerosa. Una especie de líquido totalmente negro, más negro que el aceite del motor quemado de mi antiguo chalimóvil, agria y amarga a más no poder. La nota de cata hubiera sido: Cerveza intensamente oscura como el abismo. Muy aguada y poco carbonatada. Se percibe agresiva al olfato con notas que recuerdan a la tierra recién abonada. En boca tiene una estructura compleja donde se recuperan los sabores a cafetera quemada con un final largo que desemboca en un toque a cáscara de limón exprimido de dos días.

Ya han pasado poco más de seis meses desde que hice mi primer intento. Desde entonces he elaborado unas doce cervezas más. Cada una de ellas con más y mejores instrumentos, recetas y procesos. He mejorado mucho mi técnica a base de investigar y probar, eso sí, con algunos fallos pero que he aprovechado para perfeccionar el proceso. He producido sonrisas de placer y alguna que otra arcada. Podría decir que a dos de tres personas que prueban mis chelas les gustan.

En este proceso también he aprendido mucho sobre los estilos y tipos de cervezas que hay por todo el mundo y he elaborado los que más me interesan con resultados bastante aceptables. Incluso las etiqueto. Mi señora me ayuda a diseñar las etiquetas para las cervezas que regalo. He conocido gente que se interesa y que se dedica de manera profesional. Aquí en Cataluña hay un creciente interés sobre la cerveza artesanal, así que se pueden conseguir insumos para la elaboración fácilmente y cervezas de una veintena de microproductores locales. Un día visitamos una de esas fábricas y nos enseñaron cómo se hace a nivel más grande que el casero. Se hacen muy a menudo festivales donde se reunen estos microcerveceros y aficionados como yo para conocer las cervezas que se hacen y aprender más sobre la elaboración.



Fabricando mi propio macerador a partir de una nevera de camping

En realidad me divierto mucho con esta nueva afición. Siempre aprendes algo nuevo que perfeccionar y aplicar en la siguiente elaboración. Hay infinidad de estilos para hacer. Todo sea dicho, se requiere mucha paciencia para ver los resultados y probar la primera cerveza. Pero paciencia me sobra y vale la pena cuando después de haber esperado mes y medio abres la primera botella y escuchas el "ts!", la sirves en un vaso, observas el color y ves subir las burbujitas que van generando una espesa espuma. Acto seguido les das el primer sorbo y percibes el aroma del lúpulo subiendo por la nariz mientras sientes el picor del gas, la sensación cálida del alcohol y el dulzor de la malta en la boca.


Algunas de mis primeras cervezas y parte mis juguetitos cerveceros

Supongo que los que hayan leído esto tendrán curiosidad por saber cómo se hace, así que ahora les explico de manera resumida el proceso de elaboración y les comparto algunas fotos sobre el asunto.

La cerveza se compone de cuatro ingredientes principales: Agua, malta de cebada, lúpulo y levadura.

El agua es normal y corriente, sin cloro y mineralizada según el estilo de cerveza. Las cervezas más claras suelen hacerse con agua muy desmineralizada y las oscuras con agua con un alto contenido en minerales. Yo uso agua embotellada para asegurarme que esté bien y a veces la ajusto añadiendo minerales en polvo dependiendo del estilo.

La malta de cebada es un producto que se hace a partir del malteado del grano de cebada. Es decir, la malta en sí no es ningún grano, sino un proceso que se le hace a un grano, en este caso al de cebada. El grano se remoja y se pone a germinar, una vez comienzan a salir las primeras raíces la germinación se interrumpe y el grano se seca y si es el caso se tuesta, dependiendo del tipo de malta que se quiera. De esta manera se puede obtener malta a partir de cualquier grano como el trigo, el centeno, el maíz, el arroz...

Algunos tipos diferentes de malta de cebada

El lúpulo es una planta muy parecida a la marihuana. De esta planta se utilizan las flores hembra para darle amargor y aroma a la cerveza. De hecho el aroma más característico de la cerveza proviene de esta flor.


Pesando flores de lúpulo

Por último la levadura, que es una especie de hongo que se alimenta de azúcar y lo convierte en alcohol y CO2 por medio de la fermentación.

Sobres de levadura






Así es la levadura en polvo


Lo primero que se hace es molturar la malta de cebada y ponerla en agua caliente a 65ºC aproximadamente durante dos horas. A este proceso se le llama Maceración. Es como hacer una infusión a partir de la malta de la cual se obtiene un mosto muy azucarado de color ámbar. Este mosto será el alimento de la levadura. Aquí se define el cuerpo, la densidad alcohólica y el color, principalmente. Pasado este tiempo se separa el mosto del grano filtrándolo. Para hacer esto existen muchas técnicas diferentes que buscan filtrar el mosto sin remover mucho el grano para evitar la turbidez y al mismo tiempo intentar obtener la mayor parte de los azúcares de la malta.


Proceso de aspersión para separar el mosto del bagazo

Una vez obtenido el mosto se pone a hervir durante una hora y media para esterilizarlo y clarificarlo un poco. En la ebullición se eliminan muchas impurezas y se precipita mucha porquería indeseable. Es en este momento donde se agrega el lúpulo. Una primera cuota al inicio para darle amargor a la cerveza, una segunda quince minutos antes de terminar la ebullición para darle sabor y una última al final para darle aroma.


Cocción del mosto con flores de lúpulo flotando

El siguiente paso es muy importante y delicado. Se tiene que enfriar el mosto hirviente en el menor tiempo posible para poder inocularlo con la levadura antes de que se contamine con algún otro bicho. El asunto es este: La levadura sólo puede vivir a cierta temperatura. Si es más alta de 30ªC se muere y si es muy baja, llegando al nivel de congelación, se duerme. El mosto caliente y recién esterilizado es un manjar azucarado para gérmenes y hongos que se encuentran en el aire. Afortunadamente la levadura es un bicho muy prolífico e invasivo y una vez asentado en el mosto no dejará que nadie más viva en él. Así que hay que asegurar que el mosto sea un medio óptimo para la levadura en el menor tiempo posible. El caldero donde se ha hervido el mosto o el fermentador donde lo hayamos trasvasado debe ser sumergido en agua helada e ir cambiándola en cuanto se haya entibiado por agua fría otra vez.


Enfriando el mosto con agua fría

Una vez tengamos el mosto frío lo inoculamos con levadura. La levadura comenzará a reproducirse rápida y frenéticamente, incluso se puede ver como sube y baja por el líquido. Comenzará a generar mucho gas y burbujas, las cuales formarán una densa capa de espuma. Después de un tiempo el oxígeno se acabara y la levadura comenzará a alimentarse del azúcar, transformándolo en alcohol. Este proceso puede durar de cinco días a dos semanas.


Diferentes etapas de la fermentación

Cuando la levadura ya no muestre ninguna actividad querrá decir que ya casi no hay azúcares fermentables en la cerveza y debemos separar el sedimento de levadura para evitar que el proceso de aletargamiento de la levadura le dé mal sabor a nuestra cerveza. Se transvasa a un segundo fermentador donde madurará de una semana a un mes. Aquí se afinan los sabores y se termina con la fermentación.


Transvasando la cerveza para una segunda fermentación

El último paso es el embotellamiento. Las botellas se deben sanitizar. Yo lo hago lavándolas con cloro y agua. La cerveza se embotella utilizando varios tubos y válvulas que facilitan la tarea. Al final se utilizan chapas/corcholatas vírgenes y sanitizadas para sellarla. Antes de transvasar el líquido a cada botella se le pone un poco de azúcar. Esto se hace para reactivar un poco la fermentación. La cerveza aún contiene un poco de levadura en estado latente y cuando le damos un poco de alimento se despierta y vuelve a fermentar. Ya hemos dicho que los dos productos que derivan de la fermentación son el alcohol y el CO2. En esta ocasión como la cerveza estará sellada con una chapa el gas no podrá salir y se quedará dentro del líquido, así buscamos gasificar la cerveza. Este proceso dura un mes a temperatura ambiente.


Botellas escurriendo, chapas listas y agregando dextrosa a las botellas para carbonatar

Después de un mes de larga espera ya se puede poner la primera botella en la nevera, abrirla y conocer a tu nuevo engendro.


Uno de mis primeros experimentos

Bueno, éste es el proceso de elaboración, explicado de manera muy resumida. Espero que les haya resultado interesante. Ojalá puedan probar algún día una de mis creaciones. Agradezco a mis conejillos de indias que se han atrevido, arriesgando sus tripas, a probar mis primeros fétidos intentos. Han sido de gran ayuda y serán recompensados en el futuro, cuando consiga dominar la técnica cervecera.

Disfrutando de una deliciosa Bockbier en Heidelberg


Salud!

miércoles, febrero 23, 2011

El Fight Club

No podía dejar de comentar. Si no es ahora no lo voy a hacer mañana. El caso es que me lancé a ver The Fight Club, esa pelicula bien conocida de David Fincher. Estuvo en la Cineteca Nacional, dentro de una retrospectiva dedicada al director. Han pasado Seven, Alien 3, la del Club..., The Game, El curioso caso de Benjamin Button y van a cerrar con The Social Network, que, dicho sea de paso, no me gustó tanto.

Vi el Club... cuando se estrenó, allá por finales de 1999. Y también la vi yendo solo. Fue en el Venustiano Carranza, ese viejo y enorme cine que muchos conocimos y que las autoridades de la dele han rescatado del olvido (www.vcarranza.df.gob.mx/ccc/centro_cultural_carranza.html). En esa ocasión y en ese día en especial me encontraba con el ánimo muy down y por esa razón no le agarré el hilo a la película. Me quedé con una visión muy superficial y me confundí con los personajes de Brad Pitt y Edward Norton.

Alguna vez volví a ver la movie, fragmentos, ya empezada, sin mucha atención. Y fue hasta la tercera (la vencida) que, al verla con interés, pude disfrutarla, captar esos detalles de crítica descarnada hacia la sociedad materialista y consumista en la que vivimos, todo a través de una historia contada con maestría, con actuaciones geniales de Pitt y Norton, de Meat Loaf y de Helena Bonham-Carter, quien también se rifa fuera de la influencia de su esposo Tim Burton.

Por si alguna razón no han visto (o lo han hecho superficialmente) esta cinta les recomiendo encarecidamente que lo hagan, que vayan a su VideoCentro más cercano y la renten, o la busquen en su puesto pirata de confianza, la bajen de la red o la compren legalmente. Como se ve, el Fight Club me dejó una buena impresión, de ese buen cine que se hace dentro del sistema, desde Hollywood con amor.

You're not your job. You're not how much money you have in the bank. You're not the car you drive. You're not the contents of your wallet. You're not your fucking khakis. La peli, su historia, encuentra parte de su esencia en esas negaciones existencialistas. Tu no eres tu iphone, tus 30 mil mensuales, tus adidas de Star Wars, tu nuevo auto, tus boletos de primera fila para U2. Mientras eso esté claro y haya cosas más valiosas y perdurables habrá alguna paz interna dentro de una vida (la mia, la tuya, la del él, la de ella) que más bien tira y tiende hacia el dark side.

Los dejo y termino este caos de ideas con un dato: antes de que David Fincher se encargara del proyecto, los productores se lo ofrecieron a Peter Jackson, Danny Boyle y Bryan Singer. Creo que al final Fincher fue el que mejor tradujo para el cine la novela de Chuck Palahniuk.



Get out of your apartment. Meet a member of the opposite sex.
Stop the excessive shopping and masturbation. Quit your job. Start a fight. Prove you're alive. If you don't claim your humanity you will become a statistic. You have been warned...