lunes, junio 05, 2006

El Coto después de la muerte.


Hace algunos días una de las futuras Sacerdotisas del Coto acudió a mí, con una pregunta dudosa:

-Apostol, Me dijo.-Si dentro de muchos cultos y religiones existe una promesa de pasar a mejor vida después de la muerte, ¿qué pasa si uno muere dentro del culto del Cotoismo?

-Bueno, le dije. -El Coto es eterno, nosotros sólo estamos de paso por él, además, de la misma forma que la energía, la carga y la masa, el Coto se conserva. Lo que quiere decir en otras palabras, que el Coto no se crea ni se destruye, simplemente se transforma. Como escencia vital, el Coto está por doquier, y sólo falta que nosotros lo invoquemos, para que empecemos a disfrutar de sus virtudes.

Como una forma de ser, el Coto se esparce en los templos cotorros a través del aire, las venas y la sangre. Se recicla y se vuelve a utilzar en todos lados de formas diversas. Si nosotros estamos dentro del Coto, o somos parte de él, es sensato pensar que sí morimos, nos convertiremos en el Coto mismo. La estela de solaz y esparcimiento que dejemos a nuestro paso, formará parte del nuevos momentos de cotorreo para la gente que siga aquí en la Tierra. Los Cotoistas estaremos como esencia en sus chelas, sus charlas, sus risas y su diversión.

Por eso, el Coto es una gran respuesta, ya que sí me gusta el Coto, después de todo, vivo o muerto, formaré parte de él. Es una cosa chidisima, pues no impone un stop. El Coto simplemente sigue por ahí repartiendo felicidad a los que de él se agarran, con la esencia de los que estuvieron y la fuerza de los que están.

Un saludo a todos los Bloggeritos, les mando un abrazo desde la Tierra del Tableao y los Bocatas de Tortilla de patata.

SEAN FELICES.

El Apóstol Sabucles. "Coto eres y en Coto te convertirás"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente inspirador.

Vic dijo...

Casi casi puedes hacer una fórmula que podría estudiarse en el futuro dentro de aulas de universidades cotorras (o hasta en alguna de esas instituciones teológicas donde se estudia filosofía clavada).

Lo que no aclaraste es qué pasa con las almas de los que profesan el cotoismo; es decir, ¿existe algún cielo del coto, un infierno del coto? y si es así, ¿qué personajes habitan en esos lugares? y, ¿cómo hacer para llegar al cielo cotorro –si es que existe–?, ¿qué méritos son necesarios?

Espero una respuesta, porque últimamente he estado perdiendo la fe.


Posdata: Pinche Sabú, cabrón, 'escencia' es esencia, 'sacerdotiza' es sacerdotisa y 'empezemos' es empecemos. Sí, suena muy mamón, pero no mames que tu lengua raspa.

Sabucles dijo...

Ok Vic, gracias por la corrección ortográfica.

En el siguiente Post, mandaré una reseña respondiendo tus dudas, y no pierdas la fe, que sólo con ella estarás a salvo.

MOCOS!!!