miércoles, febrero 23, 2011

El Fight Club

No podía dejar de comentar. Si no es ahora no lo voy a hacer mañana. El caso es que me lancé a ver The Fight Club, esa pelicula bien conocida de David Fincher. Estuvo en la Cineteca Nacional, dentro de una retrospectiva dedicada al director. Han pasado Seven, Alien 3, la del Club..., The Game, El curioso caso de Benjamin Button y van a cerrar con The Social Network, que, dicho sea de paso, no me gustó tanto.

Vi el Club... cuando se estrenó, allá por finales de 1999. Y también la vi yendo solo. Fue en el Venustiano Carranza, ese viejo y enorme cine que muchos conocimos y que las autoridades de la dele han rescatado del olvido (www.vcarranza.df.gob.mx/ccc/centro_cultural_carranza.html). En esa ocasión y en ese día en especial me encontraba con el ánimo muy down y por esa razón no le agarré el hilo a la película. Me quedé con una visión muy superficial y me confundí con los personajes de Brad Pitt y Edward Norton.

Alguna vez volví a ver la movie, fragmentos, ya empezada, sin mucha atención. Y fue hasta la tercera (la vencida) que, al verla con interés, pude disfrutarla, captar esos detalles de crítica descarnada hacia la sociedad materialista y consumista en la que vivimos, todo a través de una historia contada con maestría, con actuaciones geniales de Pitt y Norton, de Meat Loaf y de Helena Bonham-Carter, quien también se rifa fuera de la influencia de su esposo Tim Burton.

Por si alguna razón no han visto (o lo han hecho superficialmente) esta cinta les recomiendo encarecidamente que lo hagan, que vayan a su VideoCentro más cercano y la renten, o la busquen en su puesto pirata de confianza, la bajen de la red o la compren legalmente. Como se ve, el Fight Club me dejó una buena impresión, de ese buen cine que se hace dentro del sistema, desde Hollywood con amor.

You're not your job. You're not how much money you have in the bank. You're not the car you drive. You're not the contents of your wallet. You're not your fucking khakis. La peli, su historia, encuentra parte de su esencia en esas negaciones existencialistas. Tu no eres tu iphone, tus 30 mil mensuales, tus adidas de Star Wars, tu nuevo auto, tus boletos de primera fila para U2. Mientras eso esté claro y haya cosas más valiosas y perdurables habrá alguna paz interna dentro de una vida (la mia, la tuya, la del él, la de ella) que más bien tira y tiende hacia el dark side.

Los dejo y termino este caos de ideas con un dato: antes de que David Fincher se encargara del proyecto, los productores se lo ofrecieron a Peter Jackson, Danny Boyle y Bryan Singer. Creo que al final Fincher fue el que mejor tradujo para el cine la novela de Chuck Palahniuk.



Get out of your apartment. Meet a member of the opposite sex.
Stop the excessive shopping and masturbation. Quit your job. Start a fight. Prove you're alive. If you don't claim your humanity you will become a statistic. You have been warned...

martes, febrero 22, 2011

Una buena tertulia

Pues siguiendo la línea que marca el Vic, quisiera compartir con la bandorria un screenshot de una serie de comments que se dieron en el muro del Bebo en el Facebook, que bien podría ser incluida en las frases o en la oda al no mames. Va pa la banda chak que no le atora a ese engendro posmoderno de las relaciones sociales llamado facebook.

sábado, febrero 19, 2011

When the music's over


No quería dejar pasar la oportunidad para comentar algo sobre los Doors. Esto viene a cuento porque el viernes pasado, dando la vuelta por Arcos de Belén, por los rumbos del metro Salto del Agua, me encontré –sin querer– con un conjunto de puestos callejeros dedicados a la venta de discos y dvds originales, a precios, me parece, insuperables (entre las promociones, había una de 5 pelis, derechas, por 200 pesotes). El caso es que yo iba por unos audifonos a Plaza Meave y en este pequeño caos de lonas de costal multicolores hallé un puesto dedicado a la venta de estos aparatos que en algún momento me dejarán sordo. Encontré el modelo que buscaba, a un precio menor que en cualquier Sony Shop y de regreso me topé en un puesto con el The Very Best of The Doors. Y en corto lo compré por $120, sin regateo.

En la noche, sin mucho que hacer, me clavé a escuchar el cd en cuestión y pues me envolví en un buen recorrido de canciones creadas por un cuarteto efímero, que sólo tomó cuatro años (de 1967 a 1971) para crear y grabar un montón de música que trasciende el tiempo y el espacio. Y es que todavía yo no nacía, ni ustedes, cuando Morrison ya estaba enterrado en el parisino Pere Lachaise y el resto de la banda (Robbie Krieger, John Densmore y Ray Manzarek) ya andaba en otras ondas.

El caso es que le entré a los Doors hace ya varios años, con unos elepes que mi papá tenía en casa. Escribo esto porque sentí mucho placer al reencontrarme con esa música, con los más de 10 minutos de The End o When the music's over, con la precisión de The crystal ship y las cadenciosas Love street y Ghost song. En fin, que tres vasos grandes de vodka tonic me soltaron los dedos y me hicieron escribir esta entrada desorientada.

Salud por los Doors. Y por esa frase: "When the music's over, turn out the lights..."

Saludos chacs. Y buenas noches.

miércoles, febrero 16, 2011

Here we go again


La entrada publicada por Rizo hace unos días marcó otro arranque en LCh. La diferencia es que ahora no habrá falsas promesas de mantenerlo actualizado y fresco, porque ya vimos que eso no funciona. Lo que no cambia es que seguimos invitando a los colaboradores, a todos los que tienen acceso y a los que quieran escribir aquí que no dejen de compartir. Así de sencillo.

Un cambio rápido de apariencia no viene mal. Ya estaremos tratando temas más concretos. Este es una nueva bienvenida, y un recordatorio de que este blog (su blog de desconfianza) cumplió años hace poco. Así que fanfarrias y seguimos adelante.

Les dejó una foto de principios de 2010. Y saludos y un abrazo...