Hace más o menos 16 años, mi amiga Dulce me dió un cassette de audio original con la cinta enrededa, me dijo que si lo podía reparar, pues era muy importante para ella. La cinta era el Three Imaginary Boys de Los Cure. Finalmente abrí el cassette para reparalo, después de conseguirlo, decidí escucharlo. Las tres primeras canciones me facinaron, era algo diferente, una guitarra muy estridente, de un sonido original, más bajo y bateria y lo más importante: una voz que no se parecía a nada que hubiera escuchado antes. Grabé una copia del audio para mí y devolví la cinta reparada a la Dulce, quien me lo agradeció hasta el cansancio. Enseguida llamé para preguntar por las entradas, no estaban todavía a la venta. Entonces llamé al Chaliban para ver si le atoraba. Faltaban unos 5 meses, pero los dos acordamos en ir. El se encargó de comprar las entradas y las guardó religosamente hasta el día del evento.
Ahí me bebí la chela rápido, lo cual me hizo ir a mear. Después regresé al concierto (que todavía estaba con el grupo abridor), acompañado de otros dos litros. Justo antes del inicio, tuve que regresar a orinar, y salí del baño justo cuando empezaba La Cura con Plainsong. Me costó trabajo ubicar al Chalico, al final lo logré y me ganó la apuesta de adivinar la canción abridora. Disfrutamos de muchas buenas rolas y recordamos muchas cosas, hasta que hubo la necesidad de volver a orinar. Esta vez compramos dos litros mientras cantabamos "The walk", y regresamos a colocarnos en otro sitio. Para el momento de Lullaby, me fui a echar otra firma que aguanté hasta el final. Al regresar a buscar al Pandillero, ya no estaba, así que me chuté "Never Enough" de a soldado. Entonces el me encontró, y en la euforia de "Wrong Number", fuimos por el 4o. litro pa cada quien.

Con "Catch", "Push" y "Friday I'm in love", la eforia (y la peda) nos rebasó, así que sacamos el mexicano gandalla que llevamos dentro, y decidimos colarnos hasta adelante en el primer encore. En dos minutos llegamos a 6 metros del escenario, empujando, pisando y hasta golpeando. El Chalico le puso un buen madrazo a un catalán que le quiso dar consejos de urbanismo, y con un "Chinga tu madre" se lo quitó de encima para llegar hasta un punto ideal para ver el concierto.
Los 2 encores fueron sensacionales: el primero con corte de Seventeen Seconds, el segundo, un recordatorio del Three Imaginary y el Boys don't cry.
Terminamos pedos y eufóricos, disfrutando del gusto que era para nosotros encontrarnos más allá del charco, después de tantas historias y batallas, viendo a un grupo por el cual quizás, nos hicimos amigos.
Al regresar a Sabadell nos perdimos. Caminamos unas tres horas hasta dar con la Plaza Catalunya y tomar el autobús de regreso, y el Chalico repetía cada 3 minutos: "Pinche Negro...estamos pero bien perdidos!!!"....jejeje.
Exhaustos, finalmente llegamos a casa de Xeila más o menos a las 4 am, después de partir su pueblo caminando, pues el autobús nos dejó en el quinto carajo.
Al día siguiente comimos en Sancougat, pueblo fresa en el que ahora el Chalico imparte sus clases. Después de una rica comida mediterranea, me despedí del Chali quien se fue a dar sus clases y Xeila me llevó al Aeropuerto para regresar a Bélgica a seguir chambeando.
Regresé a España una semana después, totalmente CURADO.
Sin duda, el 10 de marzo de 2008, fue un día inolvidable.
Salud a los Cures, a la banda Cure y al resto del barril.
SEAN FELICES.
