jueves, marzo 03, 2011

Afición Cervecera

Hace algunos pocos años alguien me contó que había gente que hacía cerveza en casa. Que en algún sitio de internet te vendían unos polvos que se mezclaban con agua y después de unas semanas tenías cerveza casera. En aquel momento me pareció interesante pero no terminaba por entender cómo se hacía. Dada la escasa información del que me habló del tema y de mi total ignorancia sobre la elaboración de la cerveza, aquello me quedó como una simple curiosidad. Pensé que algún día me tomaría un momento para investigar más sobre el tema y sobre esos polvitos mágicos que se le echaban al agua. Sería interesante un día hacer unos litros de cervecita casera para los cuates. Por el momento me limitaría a beberla.

El verano pasado me volví a acordar del tema, y como tenía unos largos meses con mucho tiempo libre pensé que sería bueno aprovecharlos y divertirme haciendo mi cerveza. Me compré un librito que se llamaba "Cómo hacer cerveza en casa", con muy escasa información, pero descubrí que aquellos polvos eran más bien un kit para hacer cerveza con todos los ingredientes necesarios en forma de extracto. En estos kits te venden todo procesado hasta el último punto donde tienes que mezclarlos con agua y ponerlos a fermentar, la forma más fácil y rápida de hacer cerveza. Pero también descubrí que hay diferentes formas de fabricarla a partir de los ingredientes sin procesar. Esta manera me resultó más interesante y divertida, así que me puse a investigar en mil páginas de internet y fui aprendiendo poco a poco sobre el tema.

En ese entonces estaba en México y daba la casualidad de que en el WTC hacían una Expo Cerveza y me acerqué creyendo que habría talleres sobre elaboración, pero más bien era para presentar al mundo de la restauración las diferentes microcervecerías mexicanas y algunas charlas sobre marketing y manejo de empresas. Ahí conocí a un tipo que vendía por internet material para la elaboración, así que me compré mis primeros juguetitos y me puse manos a la obra.

Algunos intrumentos imprescindibles para elaborar cerveza casera

Sinceramente la primera cerveza me salió bastante imbebible, por no decir asquerosa. Una especie de líquido totalmente negro, más negro que el aceite del motor quemado de mi antiguo chalimóvil, agria y amarga a más no poder. La nota de cata hubiera sido: Cerveza intensamente oscura como el abismo. Muy aguada y poco carbonatada. Se percibe agresiva al olfato con notas que recuerdan a la tierra recién abonada. En boca tiene una estructura compleja donde se recuperan los sabores a cafetera quemada con un final largo que desemboca en un toque a cáscara de limón exprimido de dos días.

Ya han pasado poco más de seis meses desde que hice mi primer intento. Desde entonces he elaborado unas doce cervezas más. Cada una de ellas con más y mejores instrumentos, recetas y procesos. He mejorado mucho mi técnica a base de investigar y probar, eso sí, con algunos fallos pero que he aprovechado para perfeccionar el proceso. He producido sonrisas de placer y alguna que otra arcada. Podría decir que a dos de tres personas que prueban mis chelas les gustan.

En este proceso también he aprendido mucho sobre los estilos y tipos de cervezas que hay por todo el mundo y he elaborado los que más me interesan con resultados bastante aceptables. Incluso las etiqueto. Mi señora me ayuda a diseñar las etiquetas para las cervezas que regalo. He conocido gente que se interesa y que se dedica de manera profesional. Aquí en Cataluña hay un creciente interés sobre la cerveza artesanal, así que se pueden conseguir insumos para la elaboración fácilmente y cervezas de una veintena de microproductores locales. Un día visitamos una de esas fábricas y nos enseñaron cómo se hace a nivel más grande que el casero. Se hacen muy a menudo festivales donde se reunen estos microcerveceros y aficionados como yo para conocer las cervezas que se hacen y aprender más sobre la elaboración.



Fabricando mi propio macerador a partir de una nevera de camping

En realidad me divierto mucho con esta nueva afición. Siempre aprendes algo nuevo que perfeccionar y aplicar en la siguiente elaboración. Hay infinidad de estilos para hacer. Todo sea dicho, se requiere mucha paciencia para ver los resultados y probar la primera cerveza. Pero paciencia me sobra y vale la pena cuando después de haber esperado mes y medio abres la primera botella y escuchas el "ts!", la sirves en un vaso, observas el color y ves subir las burbujitas que van generando una espesa espuma. Acto seguido les das el primer sorbo y percibes el aroma del lúpulo subiendo por la nariz mientras sientes el picor del gas, la sensación cálida del alcohol y el dulzor de la malta en la boca.


Algunas de mis primeras cervezas y parte mis juguetitos cerveceros

Supongo que los que hayan leído esto tendrán curiosidad por saber cómo se hace, así que ahora les explico de manera resumida el proceso de elaboración y les comparto algunas fotos sobre el asunto.

La cerveza se compone de cuatro ingredientes principales: Agua, malta de cebada, lúpulo y levadura.

El agua es normal y corriente, sin cloro y mineralizada según el estilo de cerveza. Las cervezas más claras suelen hacerse con agua muy desmineralizada y las oscuras con agua con un alto contenido en minerales. Yo uso agua embotellada para asegurarme que esté bien y a veces la ajusto añadiendo minerales en polvo dependiendo del estilo.

La malta de cebada es un producto que se hace a partir del malteado del grano de cebada. Es decir, la malta en sí no es ningún grano, sino un proceso que se le hace a un grano, en este caso al de cebada. El grano se remoja y se pone a germinar, una vez comienzan a salir las primeras raíces la germinación se interrumpe y el grano se seca y si es el caso se tuesta, dependiendo del tipo de malta que se quiera. De esta manera se puede obtener malta a partir de cualquier grano como el trigo, el centeno, el maíz, el arroz...

Algunos tipos diferentes de malta de cebada

El lúpulo es una planta muy parecida a la marihuana. De esta planta se utilizan las flores hembra para darle amargor y aroma a la cerveza. De hecho el aroma más característico de la cerveza proviene de esta flor.


Pesando flores de lúpulo

Por último la levadura, que es una especie de hongo que se alimenta de azúcar y lo convierte en alcohol y CO2 por medio de la fermentación.

Sobres de levadura






Así es la levadura en polvo


Lo primero que se hace es molturar la malta de cebada y ponerla en agua caliente a 65ºC aproximadamente durante dos horas. A este proceso se le llama Maceración. Es como hacer una infusión a partir de la malta de la cual se obtiene un mosto muy azucarado de color ámbar. Este mosto será el alimento de la levadura. Aquí se define el cuerpo, la densidad alcohólica y el color, principalmente. Pasado este tiempo se separa el mosto del grano filtrándolo. Para hacer esto existen muchas técnicas diferentes que buscan filtrar el mosto sin remover mucho el grano para evitar la turbidez y al mismo tiempo intentar obtener la mayor parte de los azúcares de la malta.


Proceso de aspersión para separar el mosto del bagazo

Una vez obtenido el mosto se pone a hervir durante una hora y media para esterilizarlo y clarificarlo un poco. En la ebullición se eliminan muchas impurezas y se precipita mucha porquería indeseable. Es en este momento donde se agrega el lúpulo. Una primera cuota al inicio para darle amargor a la cerveza, una segunda quince minutos antes de terminar la ebullición para darle sabor y una última al final para darle aroma.


Cocción del mosto con flores de lúpulo flotando

El siguiente paso es muy importante y delicado. Se tiene que enfriar el mosto hirviente en el menor tiempo posible para poder inocularlo con la levadura antes de que se contamine con algún otro bicho. El asunto es este: La levadura sólo puede vivir a cierta temperatura. Si es más alta de 30ªC se muere y si es muy baja, llegando al nivel de congelación, se duerme. El mosto caliente y recién esterilizado es un manjar azucarado para gérmenes y hongos que se encuentran en el aire. Afortunadamente la levadura es un bicho muy prolífico e invasivo y una vez asentado en el mosto no dejará que nadie más viva en él. Así que hay que asegurar que el mosto sea un medio óptimo para la levadura en el menor tiempo posible. El caldero donde se ha hervido el mosto o el fermentador donde lo hayamos trasvasado debe ser sumergido en agua helada e ir cambiándola en cuanto se haya entibiado por agua fría otra vez.


Enfriando el mosto con agua fría

Una vez tengamos el mosto frío lo inoculamos con levadura. La levadura comenzará a reproducirse rápida y frenéticamente, incluso se puede ver como sube y baja por el líquido. Comenzará a generar mucho gas y burbujas, las cuales formarán una densa capa de espuma. Después de un tiempo el oxígeno se acabara y la levadura comenzará a alimentarse del azúcar, transformándolo en alcohol. Este proceso puede durar de cinco días a dos semanas.


Diferentes etapas de la fermentación

Cuando la levadura ya no muestre ninguna actividad querrá decir que ya casi no hay azúcares fermentables en la cerveza y debemos separar el sedimento de levadura para evitar que el proceso de aletargamiento de la levadura le dé mal sabor a nuestra cerveza. Se transvasa a un segundo fermentador donde madurará de una semana a un mes. Aquí se afinan los sabores y se termina con la fermentación.


Transvasando la cerveza para una segunda fermentación

El último paso es el embotellamiento. Las botellas se deben sanitizar. Yo lo hago lavándolas con cloro y agua. La cerveza se embotella utilizando varios tubos y válvulas que facilitan la tarea. Al final se utilizan chapas/corcholatas vírgenes y sanitizadas para sellarla. Antes de transvasar el líquido a cada botella se le pone un poco de azúcar. Esto se hace para reactivar un poco la fermentación. La cerveza aún contiene un poco de levadura en estado latente y cuando le damos un poco de alimento se despierta y vuelve a fermentar. Ya hemos dicho que los dos productos que derivan de la fermentación son el alcohol y el CO2. En esta ocasión como la cerveza estará sellada con una chapa el gas no podrá salir y se quedará dentro del líquido, así buscamos gasificar la cerveza. Este proceso dura un mes a temperatura ambiente.


Botellas escurriendo, chapas listas y agregando dextrosa a las botellas para carbonatar

Después de un mes de larga espera ya se puede poner la primera botella en la nevera, abrirla y conocer a tu nuevo engendro.


Uno de mis primeros experimentos

Bueno, éste es el proceso de elaboración, explicado de manera muy resumida. Espero que les haya resultado interesante. Ojalá puedan probar algún día una de mis creaciones. Agradezco a mis conejillos de indias que se han atrevido, arriesgando sus tripas, a probar mis primeros fétidos intentos. Han sido de gran ayuda y serán recompensados en el futuro, cuando consiga dominar la técnica cervecera.

Disfrutando de una deliciosa Bockbier en Heidelberg


Salud!

14 comentarios:

Vic dijo...

Se nota que ya le agarraste la onda. De cuando probé una de tus creaciones, creo que fue en diciembre, recuerdo que no estaba nada mal; de hecho sólo extrañé el gas. Pero el sabor estaba bastante bien, y la apariencia. Pero sobre todo es chido probar algo preparado en casa, tiene cierta esencia mágica.

Se ven a toda madre las cervezas ya envasadas y etiquetadas, qué chingón. No cabe duda de que cuando te aficionas por algo lo llevas hasta las últimas consecuencias. Ta bueno. Espero pronto poder degustar la mejor de tus cervezas. Cuidate y saludos a todos los Chascas.

Sabucles dijo...

No maaaaaaaaaaaaa!!!

Que nivelote!!!

Solo el Pandillero podría arrivar a algo tan sublime!!!

De verdad felicitaciones my friend, porque sin duda, como dice Vic, cuando encuentras un objetivo lo llevas hasta el final y lo haces muy en serio.

Pensé que la chela se gasificaba, sin embargo el gas se lo da la fermentación... que alternativo.

Si que quiero probar la chela, pero también ver el proceso. Cuando uno le ha dedicado tantos años de su vida al vidrio, esto es como asistir a creación...

Un abrazo...

Sheila dijo...

Sin duda Luis ha descubierto una nueva pasión y, la verdad, no se le da nada mal! Eso sí, ya ha invadido una habitación e intenta ocupar parte de otra... en breve tendremos que rentar un local para que establezca su nanocervecería!

Chalico dijo...

Gracias por los comments chacas.

Vic, si te gustó esa primera chela entonces seguro te gustará la versión mejorada. A mí no me desagradó del todo pero supongo que es como tener un hijo, jeje. Aunque no te haya salido muy bien,como es tuyo lo quieres igual.

Sabú, no estoy muy seguro pero creo que a las cervezas industriales sí que les inyectan gas, como a la coca cola. Las grandes cerveceras no se pueden permitir tanta espera.

Eso de la nanocervecería suena muy bien! :) Por ahora me limitaré a mejorar los resultados y compartirlos con los amigos. La invasión de habitaciones ha sido necesaria. Además había que darle un poco de vidilla a esa habitación azul, mejor conocida ahora como la Chalibodega.

Sabucles dijo...

Esta bien... Hoy sabadell, mañana el mundo!!!

Rizos dijo...

He quedado sorprendido, además del breviario cultural que he mamado y me ha resultado harto ilustrativo, me da mucho gusto que hayas incursionado en el arte de la elaboración casera cervecera. Te felicito Pelaná por la nueva empresa y también a Sheila por acceder a que este hombre cervecero tuyo pueda tener su "chalibodega" je je je.
Siempre es grato saber que tienes un amigo quién elabora ese delicioso néctar que tantas veces hemos compartido; ahora no podré descansar hasta tener entre mis manos una Chalico Special y brindar a la salud de Los Chacas, entes muy talentosos.
Ahora sólo falta que bautices una chelita como Pelana´s.
Saludos ese Chali y a la chacaliza.

Epílogo del comentario:
Si la cerveza nos creo, ¿Por qué no crearla a ella?

Vic dijo...

PELANA'S! Suena a toda madre ese nombre... También podrías bautizar a una como PÁJARO...

Hay una de la foto que se ve bastante bien, espumosa y con el vaso cervecero sudadito... al menos de vista pasa la prueba.

Chalico dijo...

Vientos Pelaná! Ya sabes, si quieres probar una chalichela vas a tener que venir por ella, ja.

Vic, la cerveza de la foto tenía muy buena pinta pero he de confesar que no sabía tan bien como se ve. Ya lo dice la foto, uno de mis primeros engendros. Como gasificó tan bien la puse, jeje. Por cierto el vaso cervecero me lo regaló el buen Tochy, ah... cómo le he dado uso a esos vasos.

Vic dijo...

Y bueno, ahora he podido probar la variedad de cervesas (con 's', pues son catalanas) y he quedado impresionado por lo buenas que están. De verdad.

Ahora mis favoritas son la Arrahona (la primera que probé) y me parece que la Buck Bier y la Ferdis.

En fin, ha sido un placer. Saludos!

Chalico dijo...

Tsss... Estos ñeros me están saqueando la bodega!

Sabucles dijo...

Yo también quedé sorprendido con las Chalichelas. A ver si cuando vuelva a Barcelona, no me enfermo del vicio again...

Chalico dijo...

Cuando vuelvas tendré las nuevas remesas perfeccionadas. Te vas a cagar patas pa'bajo.

alex dijo...

soy de sabadell y me han comentado lo de tus cervezas como las puedo probar?
alexmartisabadell@gmail.com

GABY dijo...

HOLA CHALI, TENIA MUCHO QUENO PODIA ENTRAR AL BLOG, PERO ME SORPRENDISTE, YA ERES MASTER, FELICIDADES Y SI TENDRE QUE PENSAR EN IR A PROBAR UNAS CHELAS,POR CIERTO, PIENESEN EN PONER UN NEGOCIO NO ESTARIA NADA MAL, BUENO SALUDOS Y SALUD¡¡ FELICIDADES CHALIMAN